Ropa nacional kazaja

La vestimenta nacional de los kazajos estuvo influenciada por la historia, las condiciones económicas, sociales y climáticas. Durante siglos, la ropa kazaja se ha caracterizado por la sencillez y la racionalidad. La ropa se confeccionaba habitualmente para las cuatro estaciones. A menudo, la ropa estaba adornada con pieles, bordados y adornos. Cosían ropa de cuero, pieles, fieltro fino y telas que los propios kazajos confeccionaban. También había materiales importados (seda, brocado, terciopelo) que los kazajos más ricos podían permitirse. Los tejidos de algodón también fueron muy utilizados.
Las pieles de animales ocuparon un lugar especial en la vestimenta nacional de los kazajos. El pelaje claro de marta y sable era el más valorado. Los abrigos de piel se hacían con pieles, al estilo kazajo. Un abrigo de piel cubierto de seda era uno de los artículos más caros de la dote de una novia. Se llamó tono de bajo. Los kazajos estaban familiarizados con la técnica de coser abrigos de piel con plumas de cisne, somormujo y garza. Sólo los nobles llevaban un abrigo de piel cubierto con una tela azul y adornado con un tono de castor. También se confeccionaban abrigos de piel a partir de animales domésticos como las cabras. Se les arrancaba el pelo largo, dejando la capa interna; estos abrigos de piel se llamaban kilka-zhargak. Los kazajos fabricaban ante con pieles de cabra, con las que cosían batas, impermeables y pantalones. No era raro que la ropa estuviera decorada con bordados.
Los sombreros eran un atuendo muy interesante, ya que eran una especie de indicador del estado civil. Las niñas llevaban en su mayoría gorros y un gorro con ribete de piel. Borik pertenecía a chicas de una familia rica. El tocado nupcial, el saukele, ocupaba un lugar especial en la vestimenta de las niñas. Saukele podría costar hasta cien caballos seleccionados. Saukele era una parte obligatoria de la dote y se preparaba para la niña mucho antes de la boda. Los colgantes largos, zhaktau, eran un complemento obligatorio del saukele. Con el nacimiento de un niño, la mujer se ponía un tocado que correspondía a su condición de casada y no se lo quitaba hasta la vejez. Los kazajos respetaban a las mujeres que llevaban un tocado blanco, lo que significaba que la mujer era madre o abuela. Tal tocado constaba de dos partes, la inferior, un kimeshek, que se llevaba en la cabeza y la superior en forma de turbante; ambas partes del tocado debían estar hechas de tela blanca. Los hombres llevaban varios casquetes y sombreros de verano e invierno.
En los viejos tiempos, los zapatos de hombre no se diferenciaban de los de mujer. Eran botas. Las botas se cosían según las estaciones; sólo había una ligera diferencia en el diseño de los zapatos de los kazajos jóvenes y mayores. Los jóvenes llevaban botas de tacón alto. Los kazajos tenían calzado común: botas sin tacón, ichigi, que cubrían sus piernas. Llevan chanclos de cuero, que se quitan al entrar a la casa.
Me gustaría destacar especialmente las joyas kazajas para mujeres. Desde la antigüedad, las chicas kazajas llevaban pendientes enormes. Cuanto más grandes eran los pendientes, más valiosos se consideraban. Los pendientes antiguos a menudo se hacían con placas rómbicas y redondas conectadas entre sí mediante cadenas. El cabello de las mujeres kazajas estaba adornado con medallones. Las joyas kazajas inertes estaban hechas de plata, a menudo dorada. Para la decoración se utilizaban diferentes piedras, podían ser perlas o piedras semipreciosas. La joyería nacional kazaja no es sólo joyería, también es una cultura e historia nacionales, cuyas raíces se pierden en la noche de los tiempos. Las mujeres kazajas también usaban anillos, los anillos estaban fundidos o calados. Sus anillos y llantas estaban soldados entre sí. Los anillos podían ser macizos, decorados con filigrana, inserciones de gemas y granulados. La ropa se podía decorar con varios tipos de cierres y hebillas, y también con gemas.

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